El aceite de trufa es aceite de oliva virgen extra infusionado con trufa blanca o trufa negra y el aderezo soñado de los foodies en el mundo. Hoy en día, es fácil encontrarlo en los supermercados o tiendas gourmets especializadas. También puedes comprar aceite trufado en nuestra tienda.
Sin embargo, hacer aceite de trufa en casa es también fácil. Es una posibilidad que tenemos de acercarnos a este ingrediente lujoso, exclusivo de los mejores restaurantes del mundo.
Receta de aceite de trufa
Existen dos maneras de hacer una receta de aceite trufado.
La primera es la más fácil, aunque el proceso es un poco más largo. En primer lugar, rallamos las láminas de trufa negra y las echamos directo al aceite. Después, lo dejamos reposar unos minutos en la nevera, para que los sabores se equilibren.
La segunda forma es un poco más compleja pero logramos el producto en pocos minutos. Se trata de infusionar el aceite. Para hacerlo, rallamos láminas finas de trufa negra y las echamos en aceite de oliva para infusionar. Para lograr la infusión, debemos calentar el aceite en un cazo a fuego lento (55°C), de 15 a 25 minutos como máximo. Es tiempo suficiente para que la trufa desprenda todo su sabor y su aroma.
Tanto si elegimos hacer el aceite trufado de un modo u otro, las cantidades a manejar serán las mismas: por cada litro de aceite de oliva, necesitamos 30g de láminas de trufa negra. Se puede reducir la cantidad de trufa, si lo deseamos menos intenso.
Una vez hemos terminado el proceso de trufar el aceite, lo tenemos que dejar en reposo por 48 horas. Se puede dejar menos tiempo, si lo queremos menos intenso.
Las láminas de trufa que quedan en el aceite se pueden colar. Aunque hay gente que prefiere mantenerlas al fondo de la botella.
¿Para qué se utiliza el aceite de trufa?
El aceite de trufa es cómo un condimento o un aderezo “común” de un plato ya terminado. Simplemente hay que rociar aceite de trufa en la comida para lograr un acento trufado a nuestro plato.
Hay que tener en cuenta que no sirve para cocinar. El fuego alto estropearía su sabor.
Para conservar su aroma, se debe guardar la botella de aceite en la nevera.
Las mejores recetas con aceite trufado
Ambos aceites sazonan lujosamente huevos fritos, risottos, patatas, quesos, pasta o puré de patata. Hasta unas gotitas de aceite trufado en alimentos tan cotidianos como unas palomitas de maíz quedan extraordinariamente bien.
El sabor umami de las trufas frescas enamora a todo tipo de paladares. Muchos recetarios lo utilizan en una gran cantidad de platos maravillosos. Hay de todo: recetas flexiterianas, vegetarianas, veganas, plant based, kosher, sin gluten... Aunque sin duda, si en un plato destaca el aceite de trufa es con pasta fresca.
El aceite de trufa blanca se utiliza normalmente con carnes blancas, de sabor delicado, como los pescados, el conejo y el marisco. El aceite de trufa de negro combina con carne de ternera, guisos de setas y vinagretas.
¿Cuál es la diferencia entre aceite de trufa negra y aceite de trufa blanca?
La principal diferencia entre el aceite de trufa negra y el aceite de trufa blanca es la intensidad de los sabores. La trufa blanca es delicada y tiene un toque a ajo. Mientras que la trufa negra tiene un sabor terroso, más intenso. Por este motivo, se recomienda echar poco aceite a tu plato.
Comprar Aceite de Trufa
Plan B, sáltate los pasos anteriores y compra directamente aceite de trufa blanca o aceite de trufa negra.
Nuestro condimento de aceite trufa blanca o negra de Laumont es un selecto aceite de oliva virgen extra arbequina, elaborado con aceitunas arbequinas recogidas en otoño con aroma de trufa.
El condimento de aceite de oliva virgen extra con aroma de trufa Laumont aporta un aroma similar a la trufa a precio bajo. Debemos destacar que es el único producto de nuestra tienda que contiene aroma artificial de trufa. Sin embargo, nuestros clientes que lo probaron, siempre nos escriben comentarios muy positivos.