¿Cómo se limpian los boletus?

¿Cómo se limpian los boletus?

Limpiar boletus es una tarea que reclama mucha atención. El boletus es una seta muy versátil, que permite múltiples opciones a la hora de ser cocinada: croquetas, salteados, a la plancha, cremas, risottos… Si tenemos en mente realizar una de estas maravillosas recetas y tenemos en nuestras manos un boletus sin limpiar, sigue paso a paso nuestras indicaciones para optimizar el sabor de esta seta.

Paso 1: tener todas las herramientas necesarias para limpiar los boletus

Un buen recolector de setas ya sabrá de lo que estamos hablando. Como en todo, es necesario estar preparados antes de limpiar el boletus. Esto significa tener a mano un trapo, un cuchillo y un cepillo blando.

Paso 2: comprobar si los boletus están sanos

Antes de empezar con la parte más delicada de la limpieza, debemos prestar atención a nuestras setas y ver si están sanas. Esto significa observar con atención cada boletus y revisar si tienen rastros de gusanos en su exterior. Si lo vemos, no nos debemos preocupar: es posible que la mayor parte de la seta esté en buenas condiciones. Simplemente debemos coger nuestro cuchillo afilado y quitar las partes dañadas. Muy probablemente podremos disfrutar al máximo del resto del boletus.

A parte de los rastros de gusanos, también nos tenemos que fijar en la parte inferior del sombrero. Si tiene un color amarillo o verde claro, hay que quitarlo. Lo podemos hacer ayudándonos del cuchillo o incluso con nuestras manos, ya que la carne de esta parte es suave y puede desprenderse con facilidad si la frotamos con las manos.

Paso 3: limpiar los boletus

Cuando ya tenemos las setas sanas, es hora de proceder al paso más importante: la limpieza de los boletus. Para limpiarlos, nos ayudaremos de los dos otros elementos que hemos listado en el paso 1: un cepillo blando y un trapo.

Con mucho cuidado y suavidad para no romper la seta, pasamos el trapo por el sombrero, quitando toda la tierra que contenga. Del mismo modo, pero ahora con el cepillo, limpiamos el pie del boletus, eliminando los restos de suciedad tras cada pasada.

Este paso requiere mucha paciencia: es importante dedicarle tiempo para eliminar todas las impurezas que tenga, pasando el trapo o el cepillo tantas veces como sea necesario para eliminar toda la tierra que tenga. Si no lo hacemos bien, puede estropear todo nuestro plato. Y si lo hacemos correctamente… ¡tendremos un boletus delicioso!

Muy importante: ¡nada de agua!

Seguramente ya lo habrás escuchado en alguna ocasión, pero lo recordamos por si se te ha olvidado o es tu primera vez: no eches nada de agua al boletus para limpiarlo. A pesar de que estamos acostumbrados a limpiar nuestras frutas o verduras con agua, es algo que prohibimos totalmente a la hora de lavar las setas.

¿El motivo? Las setas son muy porosas, por lo que absorben muy fácilmente y con mucha abundancia todos los líquidos a los que están expuestas. Esto provoca una pérdida muy importante de aroma y sabor.

¿Cómo conservar los boletus? 

Si queremos conservar algunos boletus, debemos pensar en primer lugar cuando tendremos previsto consumirlos. Si tenemos previsto comerlos en uno o dos días, será suficiente con dejarlos cubiertos con un trapo húmedo (que no desprenda agua) en la nevera. En el caso que tengamos pensado cocinarlos más allá de los tres días, podemos optar por congelarlos sin ningún problema. Obviamente al descongelarlos no tendrán las mismas propiedades que una seta fresca, pero mantendrá su sabor característico. 

¿Quieres boletus todos los meses del año?

Conocemos a muchos fans del boletus que no pueden esperar a su temporada para consumir boletus. En este caso… no os preocupeis, tenemos solución. En nuestra tienda online laumont.shop, podrás comprar boletus deshidratados o congelados durante todo el año. 

¡A disfrutar de los boletus!